Sunday, September 28, 2014

* Borrando el "sello" de la Depresión


 
 
por Patricia Gaviria
Septiembre 2014

        Como es de agradable recordar esos momentos mágicos de la infancia, donde la alegría y la vitalidad eran parte normal de nuestra vida. Esos tiempos donde la imaginación fluía fácilmente y buscábamos los elementos más sencillos para estimular nuestro espíritu: saltar y correr detrás de una pelota por buscar el placer del movimiento; entonar una tonta canción, con todo los pulmones, para incentivar nuestro jubilo; perseguir una pequeña hormiga por el simple hecho de saciar nuestra curiosidad; y sentarnos a hablar con nosotros mismos, con la tranquilidad de expresar nuestros pensamientos y sentimientos, sin preocuparnos de ser valorados por los demás.
 
          Lastimosamente, para muchísimas personas eso ha quedado en la historia. Y es que se nos enseña que para mostrar madurez debemos adoptar comportamientos nuevos, más serios, que sean dignos de un verdadero adulto; pues, ya no existe tiempo para las “tonterías” infantiles. Excitados nos colocamos la nueva armadura, y con valentía salimos a enfrentar los nacientes retos y responsabilidades. ¡Estamos seguros de que todo estará bien! Pero, generalmente, los hechos se presentan diferentes: nuestros cuerpos van perdiendo vitalidad, los pensamientos y emociones van pasando de positivo a negativo y la seguridad comienza a deteriorarse. Pareciera que ya la risa se produce forzada, que la creatividad no recorre nuestro cerebro, y que la fe en un digno sentido de la existencia, se va esfumando poco a poco. Que entre más forzamos a los demás para que nos escuchen y valoren, más rápido nos encontramos solos e ignorados.
 
            Confundidos con este panorama, ajeno a lo anteriormente vivido, comenzamos a buscar ayuda externa.
 
           Algunos campos nos dicen que estamos enfermos, igual que millones de personas alrededor del mundo, que nuestros cuerpos están estropeados y que la única manera de controlarlo es tomando medicamentos; se nos coloca un sello de “depresivos”. Otros campos, a través de terapias, retoman todos los hechos conflictivos que hayamos vivido, y tratan de encontrar algún “culpable” de nuestra confusión. Determinadas filosofías, nos convencen que éste es el destino del ser humano, que Dios nos manda castigos para poder aprender y evolucionar; y otras declaran que inevitablemente debemos enfrentar los “karmas” adquiridos en vidas pasadas.
     Cada una de estas disciplinas, desde su punto de vista, está haciendo lo mejor que puede para colaborar con la situación, y en muchos casos son efectivas; sin embargo, cuando no se generan soluciones permanentes, debemos, entonces, adoptar una posición diferente. Extender una hoja de papel en blanco, lista para ser impresa con una nueva imagen… una imagen más nítida y refrescante, con ideas que nos permitan entender nuestra naturaleza de un modo más práctico.

      Empecemos por convencernos que, como todo lo que existe, somos “energía” y debemos tratarnos como tal. En la gran escala o espectro universal, se nos asigna una frecuencia de vibración individual; lo que nos convierte en seres únicos y especiales, con una conexión única y especial con el resto del universo. De hecho, estamos conformados por tres corrientes energéticas -física, mental y espiritual- que aunque coexisten, son independientes y nos brindan condiciones especificas para nuestro desarrollo. La corriente física o material es la que da vida al cuerpo y permite percibir las sensaciones que nos conectan con nuestro entorno. La corriente mental, le brinda al cerebro la materia prima para producir nuestros propios conceptos acerca del mundo físico; además, de ser la generadora de las emociones. Y la corriente espiritual, nos trae información mucho más compleja que la producida por la corriente mental, permitiéndonos experimentar raciocinios y emociones mucho más altruistas.  
 
            Ahora bien, cada una de estas corrientes debe mantener una frecuencia vibratoria determinada para que sus funciones se desempeñen apropiadamente; como un aparato de radio, cuando está en la frecuencia exacta, recibe toda la información de las emisoras en una forma limpia y clara. Igual, cuando nuestras corrientes energéticas están en sintonía, nuestro cuerpo se mantiene sano y vital, nuestra mente maneja la lógica y la concentración, nuestras emociones se mantienen en positivo, y nuestro espíritu logra la conexión con la sabiduría creadora.
         Pero, si por circunstancias diversas, las corrientes se de-sintonizan, entramos en un campo de estática y ruido, que va distorsionando dicha información. Nuestro cuerpo se va desprogramando; los sentidos se van entorpeciendo; el ritmo del corazón varía, la sangre, los fluidos y hormonas van mermando su volumen; nos sentimos pesados y en general la salud se deteriora. Mentalmente, vamos perdiendo el entendimiento lógico -lo que nos lleva a tomar decisiones erróneas en nuestro diario vivir;  la memoria y concentración empiezan a fallar, y, en consecuencia, las emociones se van distorsionando. Por supuesto, cuando el cuerpo y la mente están tan salidos de su punto óptimo de frecuencia, la corriente espiritual no logra trabajar en nuestro cerebro; nos sentimos, entonces, perdidos y sin esperanzas, desconectados de la fuente de vida que inyecta la fuerza y el entendimiento para seguir viviendo.
 
 
           ¿Cómo podemos mantener nuestras tres corrientes en sintonización?
 
          La respuesta es bastante simple: debemos crear hábitos con actividades sencillas y naturales, que el mismo universo nos ha puesto en frente desde el principio de los tiempos, y son las únicas capaces de estimular nuestra energía en una manera apropiada que nos lleve de vuelta al estado original de armonía y equilibrio. Nuestro cuerpo, se debe estimular principalmente con ejercicios rítmicos y suaves (preferiblemente danza y natación); se debe exponer -con frecuencia y moderación-  a elementos que activan la energía, como el sol, agua, naturaleza y una combinación apropiada de alimentos naturales. Nuestra mente debe estar expuesta, rutinariamente, a procesos lógicos, donde se efectúen pasos progresivos que originan un resultado integral; por ejemplo, actividades matemáticas, rompecabezas, pintura, escritura, música, manualidades o métodos como la Radio-meditación (la cual reprograma el cerebro con vibraciones positivas) para que las emociones se produzcan en positivo. Finalmente, cuando el cuerpo y la mente estén en línea, podemos brindarle a nuestro espíritu las condiciones propicias para su desarrollo, con prácticas de recogimiento y auto-comunicación.
 
         Si nos convenciéramos del gran poder que tienen Dios y el universo, no solo para mostrarnos qué aspectos están fallando en nuestras vidas, sino también para colocarnos en el camino adecuado de nuestro verdadero destino; no dudaríamos en retomar las pequeñas “tonterías” que hacíamos de niños y en dejar fluir libremente la pasión de vivir que viene aferrada a nuestra esencia desde el día de nuestro nacimiento.
 
 
Patricia Gaviria
Autora, Conferencista & Promotora de Crecimiento Personal
Fundadora del movimiento Moviendo Energías
Acreditada por Experiencias de Vida

* Un Pintor del Alma: Julián Clavijo Soto


por Patricia Gaviria
May 2013 / Boca Raton, Florida, USA
 
         Esta mañana abrí un mensaje en mi computador y encontré un retrato grande de un niño.  Al principio pensé que era una fotografía, pero, al mirar detenidamente, reconocí que era una pintura.  Después de observar por un par de minutos más, capté que era un trabajo realista, una cara entera de un muchacho quizás de ocho o nueve años de edad, en suaves tonos grises, elaborado con una técnica de acrílico y aceite, proporciones perfectas y líneas firmes, con sombras y luces en los lugares correctos.
        El artista: un joven Colombiano, residente en Australia, llamado Julián Clavijo Soto; el nombre de la obra: Siria. ¡Wahoo!  ¡Que trabajo tan hermoso! - pensé. 
 
       Luego, al prestar un poco más de atención, percibí que había algo más. Había un chiquillo con ojos enormes que reflejaban una imagen en frente de él… una imagen que parece chocar bruscamente contra su mente joven… una realidad cruel que produce miedo expresado en la lágrima que rueda por su mejilla. Más, sin embargo, la verdadera naturaleza de la niñez, la divina energía que vive dentro de cada niño y gesta el instinto de permanecer vivo, le da la fuerza para crear una sonrisa fina y grande que contrasta con sus asombrados ojos. Él se reúsa a aceptar el mundo circundante y su mecanismo de defensa es la alegría. ¡Wahoo! Ésta es más que una pintura, ésta es una descripción del alma – me dije a mí misma.
 
      Como autora del libro “Volver a Ser Feliz… Venciendo la Depresión con el Cuerpo, la Mente y el Espíritu” y siendo promotora del crecimiento personal, yo, conozco muy bien la importancia que el arte tiene para los seres humanos al buscar sentirse bien mental y emocionalmente. Pero el arte tiene que tener ciertas condiciones, debe poner a la gente en pleno contacto con las emociones y abrir un diálogo entre el creador y el espectador; si éste no es el caso, el arte pierde todo el poder de elevar nuestra alma. Julián Clavijo Soto es un artista genuino, que no importa el medio que utilice  -pintura, diseño gráfico, arte público o escultura-, él siempre va más allá de la superficie y toca el corazón de los espectadores.
       ¡Julián Clavijo no es solamente un pintor… Julián Clavijo  Soto es un pintor del alma!

para más información acerca del artísita www.julianclavijo.com

Thursday, September 18, 2014

* Entrevista a Patricia Gaviria por AIPEH

Abril 26, 2014

http://poetasyescritoresmiami.com/2014/04/26/la-propuesta-de-la-escritora-patricia-gaviria-volver-a-ser-feliz/

La propuesta de la escritora Patricia Gaviria: “Volver a ser feliz”


por Pilar Velez
Fundadora y Directora de AIPEH Miami (Asociación Internacional de Poetas y Escritores Hispanos)
Miami, Fl.    4/26/2014
http://poetasyescritoresmiami.com

He tenido la oportunidad de asistir a varias charlas de la escritora colombiana Patricia Gaviria, en las que expone puntos muy interesantes sobre su libro: “Volver a Ser Feliz… Venciendo la Depresión Con El Cuerpo, la Mente y el Espíritu”, tema que despierta el interés general de la audiencia que asiste a las charlas y a la vez, curiosidad, pues se trata sobre la experiencia personal de la autora y sus años de estudio sobre esta materia.

Durante La última Expo-Feria realizada el 5 de abril de 2014, en la Universidad Central de la Florida (UCF), Patricia compartió con la audiencia su nuevo trabajo: “Lo Último en Tecnología Divina: Los Ajustadores de Pensamiento”, con el que reafirma su experiencia y propone nuevos elementos a tener en cuenta para lograr el equilibro del ser humano. Dada la respuesta del público en torno a su excelente presentación y a lo novedoso del tema, le presento a la audiencia de lectores una corta entrevista para conocer detalles sobre el trabajo y el enfoque de esta autora sobre un tema tan complejo y controversial.
 
 
PATRICIA GAVIRIA
Autora, Conferencista & Promotora de Crecimiento Personal
 
Nacida en Colombia y radicada en Boca Raton, Florida. Patricia Gaviria es un testimonio vivo de lucha y superación en el tema de la Depresión. Con su movimiento “Moviendo Energías” -que ofrece charlas, talleres y consultas amigables- ella quiere colaborar al desarrollo integral del ser humano. Miembro de AIPEH Miami (Asociación Internacional de Poetas y Escritores). Certificado de Reconocimiento Americas Community Center 2013. Medalla de Oro AIPEH 2014. Carta de Reconocimiento por parte de Mayor of Orange County, Florida, Teresa Jacobs, 2014.

 
Patricia, has publicado ya dos libros de Crecimiento Personal. ¿Cuáles son?

 R/ Mi primer libro es “Volver a Ser Feliz… Venciendo la Depresión con el Cuerpo, la Mente y el Espíritu”, publicado en el 2011. El segundo, que acabo de lanzar en el 2014 es “Lo Último en Tecnología Divina: Los Ajustadores de Pensamiento”.

 
¿Cuéntanos un poco de cómo empezaste a escribir?

 R/ Más que estar buscando ser escritora, todo comenzó, hace unos años, cuando me vi en la necesidad de transmitir un mensaje. Después que un gran amigo nuestro, sumido en una fuerte depresión, se quitó la vida - y hacía menos de un año, otro querido amigo también había dado el mismo paso-  me prometí a mí misma y a Dios que compartiría mi experiencia. Contando la historia de cómo logré evitar el destino de mis amigos, sería la manera de retribuirle a nuestro creador el haberme otorgado una segunda oportunidad de vivir. No era fácil, pues mi preparación profesional no era exactamente para ser escritora… pero cuando se tiene un deseo interno muy fuerte, el universo se encarga de mandarnos todas las herramientas para conseguirlo.

 
¿Cómo pueden ayudar tus libros a alguien que esté en búsqueda de sentirse mejor?

 R/ Mi primer libro -tratando un tema tan complicado como es la “Depresión”- está lleno de elementos positivos no solo para aquellos que están muy mal en su parte emocional, sino para personas que simplemente desean acomodar algún elemento que está fuera de sitio y reforzar todo lo bueno que ya tienen. El libro posee un concepto de la Depresión, y del ser humano en general, muy diferente al tradicional. Es una perspectiva refrescante, sencilla y práctica, basada en mi experiencia personal de padecer estados depresivos por más de veinte años, y lograr encontrar una manera natural de transformar mi vida en todos los aspectos: personal, familiar y profesional.

 ¿Cuando dices “muy diferente al tradicional”, a qué te refieres exactamente?

R/ Buscando salir del hueco emocional en el que estuve durante tantos años, yo recorrí todos los caminos posibles: la medicina; tomé medicamentos durante más de 10 años. La psicología; estuve en terapias. Estudié diferentes religiones. Exploré filosofías metafísicas; la reencarnación, regresiones a vidas pasadas; incluso lectura de las cartas del Tarot, experiencias espiritistas y muchas otras cosas más.  Eso sí, quiero ser clara, respeto y rescato elementos de cada uno de estos campos, pero para mí no fueron suficientes. Siempre se generaban más preguntas y las respuestas no eran completamente efectivas.

 ¿Entonces cómo lograste encontrar la respuesta a tú problema de depresión?

 R/ Bueno, aquí entra al escenario el tema que trato en mi segundo libro.  Éste tiene elementos del primer libro, pero se amplía el tema de la “voz o guía interna” que tenemos la mayoría de los seres humanos, la cual mejora nuestros conceptos de vida y nos permite evolucionar mentalmente; además de brindarnos las herramientas apropiadas para lograr enfrentar los problemas personales que tengamos. Y es que yo, desde muy niña, generaba un dialogo interno que me transmitía información nueva y maravillosa. Fue con la ayuda de esa guía suprema que entendí un concepto mucho más lógico y claro de: ¡Realmente, qué es la Depresión! ¡Cómo somos energía pura vibrando en diferentes frecuencias y actuando como radio-antenas ante el universo!  ¡Cómo cuando estamos sintonizados en una frecuencia determinada, podemos lograr tener claridad mental, pensamientos positivos y emociones de paz y tranquilidad!  Pero si nos de-sintonizamos, inmediatamente nuestro cuerpo se empieza a desprogramar y a enfermar; nuestra mente comienza a conceptualizar todo en negativo; las emociones se caen y nos sentimos con angustia, miedo, ansiedad. Y por supuesto cuando el cuerpo y la mente están tan fuera de sitio, nuestra parte espiritual también pierde conexión. Además, comprendí como tratar cada una de las corrientes energéticas (Física, Mental y Espiritual) con herramientas específicas e innatas a nuestra naturaleza. Poniendo en práctica todo esto, mi vida se transformó para  bien, de una forma permanente.

 ¿Podrías nombrar algunas de esas herramientas naturales?

 R/ Por supuesto. Nosotros contamos con una variedad de elementos, tan sencillos y prácticos, que ya no les damos el valor que se merecen. Como ya dije, cada una de las corrientes que conforman nuestro ser, deben ser activadas individualmente para que se mantengan sintonizadas. Hay muchas herramientas que activan nuestro cuerpo, pero una de las principales es el “Movimiento”.  Para activar la mente, la mejor –para mí- es la que yo llamo “Radio-meditación”. Y para el espíritu, la más efectiva es la “Auto-comunicación”. Pongamos un ejemplo, para tener más claridad. Pensemos en un aparato de radio. Si yo quiero escuchar una emisora de música, lo primero que debo hacer es colocarle energía al radio –a través de pilas o electricidad. Luego, debo buscar la frecuencia exacta que me sintonice la emisora musical. Si todos estos elementos están bien, a través de los parlantes saldrá la melodía de una forma nítida y armónica. Ahora, si la frecuencia se mueve, así sea un milímetro, fuera del punto exacto, la tonada se distorsiona, hay ruido y estática y el sonido va desapareciendo. O si las baterías no están dando le energía suficiente, el radio no trabajará efectivamente. Pues bien, nosotros somos iguales. Somos seres energéticos; unas antenas, capaces de emitir y recibir ondas electromagnéticas. Nuestro cuerpo es el aparato de radio. Nuestros pensamientos generan frecuencias energéticas que sintonizan las corrientes universales y nos transmiten ideas y emociones positivas. Pero, si nuestra energía física no es activada, nuestro “cuerpo o radio” no funciona, y mucho menos, nuestra mente. Nos de-sintonizamos y empezamos a perder la salud, la nitidez mental y la capacidad de sentir en positivo. Vamos perdiendo conexión con toda la fuente de vida, y nos sentimos perdidos e incapaces de enfrentar el día a día con una buena disposición.

 
Muy interesante. Para la gente que quiera ampliar el tema, leyendo tus libros. ¿Donde los pueden conseguir? 

 R/ En este momento están disponibles a través de mi página web> 
www.moviendoenergias-pg.blogspot.com

o me pueden escribir a>
moviendoenergias@outlook.com      www.facebook.com/moviendo.energias

También, los libros se pueden conseguir directamente en mis charlas o talleres.

 Muchísimas gracias por haber compartido este momento con nosotros. Te deseamos mucha suerte. ¿Algún comentario final?

 R/ Gracias a ustedes por esta oportunidad. Y recuerden. Cada ser es único y especial. Con una conexión única y especial al universo. El que está sintonizado logra sacar adelante un destino digno. El que está de-sintonizado se verá con mucha dificultad para vivir ese destino. “La felicidad no es una ganancia… la felicidad es una opción”.

* Tristeza contra Depresión

 
Artículo publicado por Miami Diario / Junio 9, 2014
por Patricia Gaviria

http://www.miamidiario.com/opinion/bienestar/depresion/energias/tristeza/patricia-gaviria/328650

 
    El estado energético natural del ser humano es de frecuencias positivas; allí donde nos sentimos vitales, alegres, tranquilos, creativos y con una valiente disposición para enfrentar la vida. Un estado esencial que nos conecta con las fuerzas del universo y nos brinda sentimientos y pensamientos verdaderos.
    Lastimosamente, con frecuencia, nos vemos expuestos a condiciones que sacan nuestra energía de su forma original, y bajan o deprimen su vibración en el sentido opuesto del espacio energético: el de frecuencias negativas. Este proceso es completamente natural de nuestra especie, como mecanismo de respuesta a los acontecimientos que forman parte de la existencia.
    En los niveles del campo negativo, nuestras habilidades y emociones positivas se van distorsionando, y, gradualmente, van apareciendo sensaciones poco agradables como por ejemplo la tristeza. Ya sea una aflicción leve que oprime el corazón o una fuerte pena difícil de sobrellevar, la tristeza es un modo de expresión característico de todos nosotros cuando enfrentamos acontecimientos que van en contra de nuestra lógica.
    Ahora bien, cuando nuestra energía permanece en los campos negativos por periodos prolongados, no solo se da la tristeza en niveles muy intensos sino que también aparecen otra cantidad de manifestaciones como miedo, inseguridad, inapetencia, susceptibilidad, desesperanza e irritabilidad, que nos van haciendo perder el equilibrio mental y emocional. A todo este proceso, se le ha dado el nombre de Depresión.
     Hay algunos campos que describen la Depresión como una afección o enfermedad; sin embargo, hay que mirarla desde un punto de vista muy diferente.
     Podemos decir que la Depresión es una condición que ha formado parte del ser humano desde sus orígenes. En los tiempos lejanos de la civilización Griega, ya los filósofos dirigían sus mejores discursos a la “melancolía”. A través de la historia cantidades de personajes han dado fin a sus vidas en momentos de desesperanza, otros vivieron unas vidas turbulentas que llamaron existencialistas, y algunos son recordados por haber muerto de tristeza, envueltos en grandes penas de amor.
     Una mala alimentación, poca actividad física, un contacto con el sol casi nulo, malos hábitos respiratorios, contacto con clima frio extremo y, sobre todo, unas costumbres sociales y de pensamiento distorsionado, son los factores principales para que nuestra energía se vaya consumiendo. Es por esto que en sistemas sociales modernos, con horas de trabajo excesivas, en donde la gente no alcanza a alimentarse bien ni a recuperar su aliento, fácilmente se van desconectando de la fuente de vida y perdiendo el verdadero sentido de la existencia; que en países que enfrentan estaciones de invierno fuerte, sus habitantes bajen mucho su energía corporal y tiendan a manifestar cuadros depresivos; que la mayoría de madres se suman en gran tristeza después de un largo trabajo de parto que acaba con sus reservas energéticas; y qué los niños forzados a pensar con conceptos morales errados comiencen a presentar comportamientos lejanos de la verdadera naturaleza con que el universo les dio vida.
        Entonces, podemos decir que la tristeza es parte de la Depresión… pero la Depresión no debe volverse nuestro estado normal. Es natural y sano enfrentar la tristeza en momentos que la justifiquen, y cualquier otro de los sentimientos que se generan en los estados depresivos, pero nunca éstos se pueden mantener por largo tiempo -ni siquiera en niveles leves- y mucho menos convertirse en una manera de vida.  
         Debemos adquirir hábitos diarios que empujen nuestras vibraciones energéticas de vuelta a su estado esencial de frecuencia positiva. Aquellos que activen el cuerpo como alimentos naturales, ejercicio rítmico, buena oxigenación e hidratación; que estimulen la mente como juegos matemáticos, escritura, pintura, manualidades o radio-meditación; y que eleven el espíritu como la auto-comunicación y el recogimiento.
         El ser humano fue creado para vivir en bienestar. Fuimos enviados con herramientas sencillas e innatas que regocijan nuestro ser y nos mantienen conectado con la esencia creadora. Está en nuestras manos el utilizarlas y poder seguir el camino evolutivo con alegría, plenitud, armonía y equilibrio.
 Para más información acerca de la Depresión,  visitar la página de Patricia Gaviria, autora del libro “Volver a Ser Feliz… Venciendo la Depresión con el Cuerpo, la Mente y el Espíritu”     www.moviendoenergias-pg.blogspot.com 
Para pedidos del libro   www.tinyurl.com/patriciagaviriakindle

 

* Un Tiempo a Solas


 
 
por Patricia Gaviria

    Era la primera vez que el "pequeño" venía a nuestra casa. Compañero de clase de mi hijo, diez años de edad, cabello castaño, ojos de color claro -difícil de definir- y una sonrisa suave; expresaba la ilusión de pasar una tarde agradable en compañía de otros cuatro amiguitos que compartían con nosotros el “viernes cultural”.

    Después de estar todos jugando por unas horas en el jardín, y al escuchar mi invitación para que descansaran y tomaran algo refrescante, el niño afirmó: “Vayan ustedes… yo necesito tener mi tiempo solo”. Sin decir nada, el resto de los jugadores entraron a la casa; pero, motivados por la curiosidad, se agruparon al frente de la ventana donde podían espiar a su amigo sin ser vistos. El joven personaje, ubicó un sitio en la escalera de la casita del árbol y se sentó. Comenzó a observar detenidamente los arboles, las palmas que se mecían con la brisa un poco menos caliente que horas antes, el lago del frente; a escuchar el trinar de los pájaros, el sonido de la cascada de agua que alimenta el estanque; y dirigiendo su cabeza hacia el cielo vestido con un hermoso atardecer, trataba de descifrar la formación de las nubes. Con una respiración pausada expresaba tranquilidad, y a pesar de que de vez en cuando miraba su reloj de pulsera, en silencio continuaba contemplando.

         En el interior de la vivienda se escuchaban las curiosas voces del grupo: “¡Qué extraño!” “¿Será que está triste o se ofendió por algo?” “¿Por qué mira su reloj?” “¡Ve y lo llamas!” “¡No, él dijo que todos los días tiene que hacer su tiempo solo por diez minutos; que cuando acabe, entra!” “¿Mamá, qué está haciendo?”. Yo me sonreí por unos segundos y contesté: Está haciendo algo que todo el mundo debería practicar a menudo: Meditar.

- ¿Meditar? ¿Qué es eso? - preguntaron.

      Meditar es entrar en contacto no solo con nuestro ser interno, sino con las energías más altas del universo -a través de la relajación corporal y la concentración en imágenes, sonidos suaves, pensamientos agradables e incluso el silencio- con el propósito de abrir nuestra conciencia y evolucionar espiritualmente.

         Con la meditación activamos la herramienta natural e innata de funcionar como una “antena de radio”, donde nuestro cuerpo y especialmente nuestro cerebro produce ondas de frecuencias positivas análogas a las poderosas corrientes universales Mental y Espiritual.  Se abre, entonces, un canal por donde podemos captar información cada vez más elevada, no solo ajustando nuestros conceptos de vida y creatividad, sino permitiendo que emociones altruistas salgan a través de nuestro ser. Así, si producimos pensamientos de tranquilidad, igualmente recibiremos la sensación de tranquilidad… si visualizamos alegría, lo mismo sentiremos… si emitimos verdaderos deseos de entendimiento, amor, bondad y seguridad, esa misma tonada sonará a través de nuestro radio; pero, si pensamos en miedo, miedo emitiremos… si consideramos tristeza, eso será lo único que captaremos… y si, invadidos por la duda, apreciamos la intranquilidad, confusión, odio y egoísmo, nos veremos siempre sumergidos en ello.

         Irradiar las ondas apropiadas nos permite sintonizar la esencia positiva de auto-conocimiento, auto-estima, auto-realización y bienestar que fue dispuesta para cada uno desde el día de nuestro nacimiento. Así como ejercitamos el cuerpo y lo nutrimos con alimento y abrigo, igualmente debemos crear el habito de la meditación como el “gimnasio” para la mente y espíritu... como modo insuperable para nutrir nuestra alma.

        Qué ejemplo tan grande nos dio nuestro querido amiguito aquel día. Un personaje espontaneo y quizás tachado por muchos como “extraño”, pero que, definitivamente, tiene uno de los instrumentos más importantes para llevar una vida futura digna de cualquier persona que desee conectarse con la fuerza creadora. Una costumbre que todos debemos adoptar: un rato de meditación, de recogimiento… ¡ un tiempo a solas !